Crónicas de una cuarentena |Parte 2 |Italia

Día 2 (11/03/2020)

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Esta es una avenida cerca de mi casa, por lo general está siempre llena de tráfico. 

Hoy salí por medicinas, me pasó algo muy curioso. Desde hace años voy siempre a la misma farmacia y por primera vez el personal fue muy amable conmigo. Puede parecer algo absurdo, pero es que hasta ahora no había presenciado tanta amabilidad, hasta escuché una conversación entre un empleado y un cliente.

-¿Y cómo lo está llevando? 

-Pues bien, sólo estoy un poco preocupado por mi familia, ellos viven en Ucrania. Todavía no hay contagios, pero si llega, puede ser fatal.  

-No te preocupes todo va a estar bien. 

Quiero resaltar estos pequeños gestos, por cuanto pequeños e insignificantes puedan parecer. Nos traen una gran lección, que el miedo a la muerte, puede también ser una purga contra la mal educación.

El gobierno declaró cuarentena en el territorio nacional. ¿Y adivinen que pasó? Sí de nuevo salieron al supermercado. La OMS declaró al covid19 oficialmente una pandemia. Lo cual significa que es una enfermedad que está limitada a un determinado territorio sino que ya trascendio muchas fronteras.

Cifras oficiales: 12.462 contagios, 827 fallecidos, 1.045 sanos.

Día 3 (12/03/2020)

Un dato curioso: la prostitución legal en Suiza (país fronterizo) ha tenido un caída drástica en los últimos días. ¿El motivo? La mayoría de los clientes provenientes de los territorios en cuarentena, simplemente no pueden salir. Las personas que salen por motivos que NO son de absoluta urgencia son multadas con más de 200 euros. Algunos chicos ya han sido multados mientras iban a buscar drogas a un lugar muy conocido por el tráfico de sustancias ilegales. Disminuye la demanda, disminuye la oferta. Estos son datos positivos de la pandemia.

Las personas se asustan porque hay muchos políticos contagiados. No entiendo el por qué tanta sorpresa. Un político es un ser humano al igual que nosotros. El estar en una posición de autoridad no lo hace inmune, más bien, eso les enseña a ellos y nos enseña a nosotros que a la hora de enfrentar las enfermedades nadie es inmune por cuanta fama o poder tenga.

Cifras oficiales: 15.113 contagios, 1.258 sanos, 1.016 fallecidos.

Día 4  (13/03/2020)

Hoy he escuchado menos ambulancias, pero más historias tristes. Si pudieses escucharlas te romperían el corazón y sin duda alguna te pondrías a llorar por muy frío que te consideres. La mayoría de ellas son de ancianos que tuvieron que morir solos, los familiares no podían acercarse a visitarlos porque obviamente se iban a terminar contagiando. Y la vida como la conocían terminó en una fría cama de hospital. Funerales que no se pueden dar porque simplemente no hay lugar en los crematorios. Personas encerradas en casa con el cadáver de un ser querido, porque todavía la funeraria no puede pasar a retirar el cuerpo para darle una cristiana sepultura, de esto hasta hay videos en línea. Un sistema en colapso.

Cuando era adolescente en las clases de psicología nos explicaban sobre el denominado “Síndrome del fin del mundo” O sea, que las personas sabiendo que pueden tener poco tiempo, se atreven a hacer cosas que normalmente no harían. Pues bien, en las stories de Instagram, la gente se está declarando públicamente, la mayoría obviamente son adolescentes. La primera vez que escuché de reacciones así, nunca pensé de vivirlo, me parecía tan surreal, lejano, algo que pasa sólo en las películas. Presenciarlo me hace reflexionar mucho. ¿Es necesario todo esto? ¿Tiene que pasar una pandemia para que comprendamos la fragilidad de la vida, para ser más amables, para sonreír más, para apreciar a un familiar? ¿Era necesario un virus para dar “ese” paso? Y la pregunta más importante de todas. ¿Qué pasará después de todo esto?

Cifras oficiales: 17.660 contagios, 1.439 sanos, 1.266 fallecidos.

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